«Las tarjetas RTX de la serie 5000 para gaming se basarían en la arquitectura Ada Lovelace, que es la sucesora de Ampere y la precursora de Blackwell»
California │Por Ángel Ramírez│Escritor de LAGLvL
Nvidia GeForce RTX 5000 es el nombre que recibiría la nueva generación de tarjetas gráficas de la compañía, que se espera que llegue al mercado a finales de 2024. Según los rumores, estas tarjetas estarían basadas en la arquitectura Blackwell, nombrada en honor a Elizabeth Blackwell, la primera médica de Estados Unidos.
Por su parte, estas nuevas tarjetas utilizarían el proceso de fabricación de 3 nanómetros de TSMC, lo que les permitiría ofrecer un mayor rendimiento y una menor disipación de calor. Además, contarían con una interfaz PCIe Gen 5 y alcanzarían frecuencias superiores a los 3 GHz. El modelo más potente sería el RTX 5090, que tendría 144 SM y 96 MB de caché L2.
Un salto de rendimiento sin precedentes
Según las estimaciones, las tarjetas RTX 5000 podrían ofrecer un salto de rendimiento de más del doble respecto a las actuales RTX 4000, especialmente en el apartado del trazado de rayos. Esto supondría un avance histórico en el campo de los gráficos por computadora y abriría nuevas posibilidades para los videojuegos y otras aplicaciones.
Sin embargo, también se espera que las tarjetas RTX 5000 tengan un precio muy elevado, debido al alto coste del proceso de 3 nm y a la escasez de componentes que afecta al sector. Además, habrá que ver cómo responde la competencia, en especial AMD, que también está trabajando en su propia arquitectura de próxima generación.
No confundir con las RTX 5000 para estaciones de trabajo
Cabe aclarar que las tarjetas RTX 5000 que se rumorean no son las mismas que las RTX 5000 para estaciones de trabajo, que ya existen y se basan en la arquitectura Ampere. Estas tarjetas están diseñadas para uso profesional y tienen características diferentes a las de las tarjetas para gaming, como 24 GB de memoria GDDR6X y una interfaz de 384 bits.
Las tarjetas RTX 5000 para gaming se basarían en la arquitectura Ada Lovelace, que es la sucesora de Ampere y la precursora de Blackwell. Esta arquitectura se espera que llegue en 2023 con la serie RTX 40, que también promete un gran salto de rendimiento respecto a la serie RTX 30.
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