«La eliminación de evidencias de crímenes de guerra por parte de la inteligencia artificial plantea un desafío para la ética y el periodismo»
Rusia │Por Ángel Ramírez│Escritor de LAGLvL
la evidencia de posibles violaciones de los derechos humanos puede perderse después de ser eliminada por las empresas tecnológicas, según ha descubierto la BBC. Las plataformas como Meta, YouTube o TikTok eliminan vídeos gráficos, a menudo usando inteligencia artificial. No obstante, el material que podría ayudar a las persecuciones judiciales puede ser borrado sin ser archivado.
Esto supone un problema para los investigadores y los activistas que intentan documentar y denunciar los abusos cometidos en zonas de conflicto, como Ucrania, Siria o Myanmar. Algunos de estos vídeos podrían contener pruebas de crímenes de guerra, como ataques contra civiles, torturas o ejecuciones.
Las plataformas dicen que eliminan este tipo de contenidos para proteger a sus usuarios de imágenes traumáticas y para cumplir con las leyes locales. Sin embargo, también reconocen que tienen excepciones para el material gráfico cuando es de interés público o tiene valor informativo.
Un equilibrio difícil entre testificar y moderar
Las plataformas se enfrentan a un equilibrio difícil entre su deber de testificar lo que ocurre en el mundo y su responsabilidad de moderar lo que se publica en sus redes. Algunas figuras clave dentro de la industria dicen que hay una necesidad urgente de que las empresas tecnológicas eviten que este tipo de información desaparezca.
Alan Rusbridger, que forma parte del Consejo de Supervisión de Meta, ha dicho que la industria ha sido “demasiado cautelosa” en su moderación y que hay que desarrollar mecanismos, ya sean humanos o de inteligencia artificial, para tomar decisiones más razonables. Por lo que puede que pronto veamos algo parecido en acción.
También hay organizaciones que abogan por crear un sistema centralizado de subidas desde las zonas de conflicto, que permita preservar y verificar las evidencias de posibles crímenes de guerra. Sin embargo, por el momento, este sistema no existe y los investigadores tienen que recurrir a procesos complejos y lentos para obtener el material eliminado.
Un desafío para la ética y el periodismo
La eliminación de evidencias de crímenes de guerra por parte de la inteligencia artificial plantea un desafío para la ética y el periodismo. Por un lado, se trata de respetar los derechos humanos y la dignidad de las víctimas, que pueden sufrir una doble victimización al ser expuestas en las redes. Por otro lado, se trata de garantizar el derecho a la información y la rendición de cuentas, que pueden contribuir a la justicia y la prevención.
Pero díganos, ¿usted qué opina sobre este suceso? Háganos saber su opinión en los comentarios.
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