«Es increíble como un nuevo Assassin’s Creed saldrá, pero con otro nombre»
Quebec, Canadá │Por Uriel Gascón│Escritor de LAGLvL
En una entrevista con Patrice Désilets, dentro de su oficina de su propio estudio Panache Digital Games, se le preguntó sobre distintos juegos y el problema con Assassin’s Creed.
Su emoción por 1666: Amsterdam era evidente. Era el juego en el cual estuvo arduamente trabajando por más de una década. Algo como una continuación a la segunda entrega de la popular saga de asesinos.
La entrega nunca finalizada se centraba en la República de los Países Bajos, con una combinación de sigilo urbano y manipulación de NPCs. Este control de los personajes sería como la posesión animal del juego de Dishonored.
El juego original fue una casualidad para la caída a la bancarrota del estudio THQ. Por lo tanto, el equipo de desarrollo se vendió al empleador de Désilet y Ubisoft; ambos peleándose por el desarrollo del juego.
El presidente de de Panache confía firmemente en la inteligencia del jugador. Quiere que usen su curiosidad para seguir adelante; tal y como lo hicieron en su último juego: Ancestors.
«Me gusta arriesgarme. Cuando pruebas algo distinto a lo normal es parte de negociar con el universo. Algunos lo amarán, otros lo odiarán. ¿Creen que es fácil hacer un Assassin’s Creed? Ni siquiera nosotros sabíamos lo que era el juego antes de terminarlo.» -Declaró Désilets.
Según palabras del entrevistado, es difícil crear un juego inmersivo. Es pesado renderizar a una multitud para asegurarse de hacer sentir a los jugadores como ocultos. Los juegos AAA son de precisión en modelos de personajes.
«Finalmente, los juegos triple A son triple A. Todo es cuestión de dinero, hombre. Seguiremos haciendo títulos hack-and-slash, y los NPC seguirán ahí, pero ya no serán parte de la trama principal. Lástima, era algo grande.»
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