«La minería de criptomonedas es una de las principales fuentes de demanda de energía en el mundo»
Washington │Por Ángel Ramírez│Escritor de LAGLvL
Las criptomonedas son monedas digitales que se basan en la tecnología blockchain para garantizar su seguridad, transparencia y descentralización. Sin embargo, también son una actividad que consume una gran cantidad de electricidad, ya que requiere de potentes ordenadores que resuelven complejos problemas matemáticos para validar las transacciones y obtener recompensas.
La minería de criptomonedas es una de las principales fuentes de demanda de energía en el mundo, y también una de las más contaminantes, ya que a menudo se utiliza electricidad generada por combustibles fósiles. Según un estudio de la Universidad de Cambridge, la red de Bitcoin, la criptomoneda más popular, consume alrededor de 204 teravatios-hora (TWh) de electricidad al año, lo que equivale al consumo de energía de Tailandia o al 0,5% del consumo eléctrico mundial.
La minería de criptomonedas en EE.UU.: un caso alarmante
Dentro del panorama mundial de la minería de criptomonedas, Estados Unidos es uno de los países que más destaca por su elevado consumo de energía. Según un informe de la Casa Blanca sobre la propuesta de un impuesto a la minería de criptomonedas, esta actividad consumió entre 36 y 66 TWh de electricidad en 2022, lo que supera el consumo de energía de todos los ordenadores del país.
Este gráfico muestra el consumo estimado de electricidad de la minería de criptomonedas en EE.UU. en comparación con otros usos:
Como se puede observar, la minería de criptomonedas en EE.UU. casi iguala el consumo de energía de todos los televisores, y supera con creces el consumo de energía de Google o Facebook. Además, tiene un impacto negativo sobre el medio ambiente, la calidad de vida y las redes eléctricas locales.
La propuesta de un impuesto a la minería de criptomonedas: una medida para reducir el consumo y las emisiones
Ante esta situación, el presidente Joe Biden ha propuesto un nuevo impuesto destinado a hacer que los mineros de criptomonedas paguen por los daños que causan a la sociedad. Se trata del impuesto DAME (Digital Asset Mining Energy), que obligaría a las empresas de criptominería a pagar un impuesto equivalente al 30% del coste de la electricidad que usan en Estados Unidos.
“El impuesto DAME incentiva a las empresas a empezar a tener en cuenta los daños que imponen a la sociedad”, dice la Casa Blanca sobre la propuesta. El impuesto se introduciría gradualmente en tres años y se espera que recaude unos 3.500 millones de dólares en una década.
La propuesta de Biden es solo una parte de su plan presupuestario para el año fiscal 2024, que aún tiene que ser aprobado por el Congreso. Sin embargo, es una medida que podría ayudar a reducir el consumo y las emisiones asociados a la minería de criptomonedas, y a fomentar el uso de fuentes renovables o alternativas.
La minería de criptomonedas es una actividad que tiene ventajas e inconvenientes, pero que no puede ignorar su impacto sobre el planeta y la sociedad. ¿Será el impuesto DAME una solución efectiva y justa para equilibrar los beneficios y los costes de esta revolución digital?
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